Declaración Del Reverendísimo Nelson J. Pérez En Relación Con La Muerte De George Floyd
Los corazones de los estadounidenses en todo el país están unidos en un luto colectivo tras la trágica, perturbadora e innecesaria muerte de George Floyd. En nombre del pueblo de la Arquidiócesis de Filadelfia, expreso mi más sentido pésame y me uno a todos los que están luchando para hacer frente esta pesada carga de dolor y pena.
Los recientes acontecimientos en Mineápolis son un duro recordatorio de que el vil mal del racismo no ha sido erradicado en este país; más bien, ha resurgido en comunidades de todo nuestro país durante los últimos años con viejas heridas abiertas dolorosamente una y otra vez.
El odio racial no tiene cabida en nuestro mundo, incluyendo a Estados Unidos, o en los corazones de las personas. Cada vida es un precioso don de Dios; el racismo es un pecado mortal y un ataque a ese don. Todos nosotros compartimos la responsabilidad de poner fin a esta maldad y de hacerlo de una manera que busque la justicia y la paz; el ciclo perpetuo de dolor y angustia debe terminar.
Que Dios nos dé a todos valor y consuelo al trabajar unidos por la justicia social y preservar nuestro país como uno de igualdad y oportunidad para cada ciudadano. Que traiga la paz a Mineápolis y a nuestra región de Filadelfia y que reavive en cada uno de nuestros corazones el verdadero amor y el respeto por nuestros semejantes.
+Reverendísimo Nelson J. Pérez
Arzobispo de Filadelfia