Este año, quizás más que nunca, necesitamos la Navidad y su promesa de esperanza en la persona de Jesucristo para una humanidad que sufre. Para comprender plenamente y estar listos para aceptar ese profundo don el día de Navidad, debemos preparar nuestras mentes y corazones.
Si aceptamos plenamente la temporada de Adviento, estaremos preparados para el Salvador. Aunque nuestra experiencia de Adviento puede que no sea típica este año debido a la pandemia COVID-19, este tiempo santo puede ser aún uno de oración y caridad.
En el Angelus de este fin de semana pasado, el papa Francisco dijo, «El Adviento es un llamado continuo a la esperanza: nos recuerda que Dios está presente en la historia para conducirla a su meta final y para llevarnos a su plenitud, que es el Señor, el Señor Jesucristo».
Pronto nos regocijaremos en la celebración del nacimiento de nuestro Señor Jesús en Belén, recordando las palabras de san Mateo, «He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán el nombre de Emmanuel, que significa: ‘Dios está con nosotros’». Al dirigir nuestras vidas más plenamente hacia el Señor Jesús durante estos días de preparación, oremos y animémonos unos a otros en nuestros esfuerzos por ser personas de esperanza.
+Reverendísimo Nelson J. Pérez
Arzobispo de Filadelfia
Contact: Kenneth A. Gavin
Chief Communications Officer
215-587-3747 (office)