Declaración del Arzobispo Chaput Sobre la Amenaza al Programa Acción Diferida para los Illegados en la Infancia (DACA)

 «Parte de ser provida y prolibertad religiosa  —dos temas vitales que necesitan nuestro apoyo, es una disposición a mirar más allá de estas luchas específicas a la dignidad de la persona.  Una cosa es reforzar la seguridad de nuestras fronteras y deportar a criminales violentos que están aquí ilegalmente; otra cosa diferente y mucho más fea es castigar a los jóvenes que han crecido en Estados Unidos como su hogar, pero cuyos padres entraron ilegalmente en el país con ellos.

El programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés)   cubre más de 800.000 personas jóvenes, no ciudadanas, las protege de la deportación y les permite trabajar legalmente en Estados Unidos.  Es un reconocimiento humano, justo y razonable de los hechos: la mayoría de estos jóvenes no tiene otro lugar donde ir, y no tiene otro hogar que Estados Unidos.

La Casa Blanca tiene el poder de terminar DACA.  Ha amenazado con hacerlo tan pronto como hoy; esto sería un error drástico.  Sólo puede hacer peor nuestros complicados problemas de inmigración;  envenenará nuestros debates nacionales y dañará las vidas de cientos de miles de jóvenes que no representan una amenaza para nadie.

Pido a las personas de la Arquidiócesis que presionen a los legisladores federales para encontrar un cambio legislativo positivo para DACA y para evitar la deportación de estos jóvenes».

+ Charles J. Chaput, O.F.M. Cap.
Arzobispo de Filadelfia

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